top of page

Conviértete en un Pro y logra tus metas


ree


En la vida nos movemos por dos cosas: Inspiración o desesperación.

Anthony Robbins.

La Navidad y el fin de año están a la vuelta de la esquina. La algarabía de las fiestas decembrinas nos invade. El deseo de salir a hacer compras desenfrenadas, al igual que las oportunidades para comer y beber de más, acelera.

¿Comprar o no comprar? ese es el dilema. Las tentadoras ofertas de amazon, Mercado Libre y Walmart nos atormentan. Nuestros carritos de compra y Wish List están atiborrados. Las tarjetas de crédito y sus tentadores meses sin intereses nos facilitan la decisión: ¡Va que va! Ahora o nunca. Al fin, nos alcanza para hacer el pago mínimo en enero.

¿Y tus metas? ¿metas? Si... Las que determinaste a principio del año. Mmmh.... Bueno... si, pero...¿te refieres a ir al gym?... ¿o a liquidar las tarjetas?...¿o a aprender inglés?...¿o a no beber de más?...o tal vez a ¿salirme de esa relación tóxica?....¿o empezar esa empresa?...

Mmmh...¡No me digas!... ¿no cumpliste ninguna? ...Bueno, al menos avanzaste en alguna de ellas...¿no?

Tal vez no lo queramos reconocer, pero muchos de nosotros somos expertos en establecer grandes propósitos y luego buscar mejores excusas para no los cumplirlos. Nos hemos convertido en unos genios inventando razones por las que no asumimos nuestra responsabilidad. Ya sabes: Lo que pasa es que.... Si hubiera...,etc.

Dilatamos (procrastinamos) cada día. Posponemos acciones y decisiones que nos incomodan. Todos lo hacemos. De una forma u otra; en mayor o en menor grado.

Las personas, independientemente de la actividad a que nos dediquemos, sentimos resistencia a cambiar. Alcanzar un nuevo objetivo requiere casi siempre realizar algunos cambios -unos menores, otros mayores- que nos obligan a salir de nuestra zona de confort. Personalmente, he sentido en muchas ocasiones esa resistencia; la sentí cuando dejé aquella empresa en la que ya no estaba a gusto; también cuando decidí comenzar aquella maestría. La siento también cada día cuando tomo decisiones más pequeñas, como cuando debo levantarme de la cama para ir a trotar o ponerme a escribir, como ahora.

Si fuésemos estudiantes de física diríamos que eso se debe a la inercia. Esa curiosa propiedad que poseen los cuerpos de mantener su estado de reposo o movimiento relativo. Un cuerpo conserva el estado en que se encuentra si no hay una fuerza que, actuando sobre él, lo modifique, nos recuerda Wikipedia. Así que no te sientas mal si experimentas inercia todos los días: es algo tan cierto y natural como el que el incremento en la inflación y los impuestos acabarán con nuestra alegría el próximo año.

Dije: "no te sientas mal", no :"deja las cosas como están". Si somos derrotados por la inercia, nos merecemos todo lo que nos ocurra. De ahí que debo hacerte mi más feroz advertencia: Con la inercia no se juega. Es nuestra enemiga mortal. Una lucha contra ella solo puede terminar muy bien o muy mal.

El hecho de que todos los cuerpos -incluido el nuestro, por supuesto- experimenten inercia, no implica que no podamos hacer nada para contrarrestarla. Su propia definición nos lo recuerda "...si no hay una fuerza que..". El problema es ¿de dónde sacamos tal fuerza? y ¿cómo hacemos para que esa fuerza nos acompañe al menos durante el siguiente año?

Respuesta: ¡Conviértete en un profesional! nos sugiere Steven Pressfield, autor del libro "La Guerra del Arte"

Un profesional es una persona que asiste diariamente a su trabajo, pase lo que pase; se compromete a un resultado, no deja de prepararse hasta que se convierte en experto y aún siéndolo, busca superarse. ¡Ah! ...y recibe una paga por ello.

¿Qué diferencia hay entre un profesional y un aficionado? Bueno, que el segundo hace su "trabajo" sólo cuando se siente inspirado; no está comprometido con nada ni con nadie -incluido él o ella mismos-; se prepara solo si aquello le produce placer y, por supuesto, sólo recibe como paga uno que otro halago, en el mejor de los casos.

¿Cuál es la diferencia en resultados entre un profesional y un aficionado?Mmmh.. creo que no necesito decirlo.

Ahora, la siguiente pregunta es: ¿Y cómo nos convertimos en profesionales?

Respuesta: Aquí te proporciono una sencilla guía, extraída de una vasta lista de interesantes lecturas, como de mi propia experiencia:

  1. Clarifica qué es exactamente lo que deseas lograr.

  2. Reconoce porqué es importante alcanzar tal logro

  3. Establece una fecha límite para obtenerlo

  4. Crea el SISTEMA que te permitirá obtenerlo

Veamos un ejemplo de cómo aplicar esta guía.

Si nuestro objetivo es, digamos, mejorar nuestra condición física a partir del próximo año, los tres primeros pasos serían, más o menos, los siguientes:

  1. El qué: Convertirme en un atleta. Tener un Indice de Masa Corporal (Peso / Estatura2) menor a 23 y un Índice aterogénico (Colesterol total / Colesterol HDL) menor a 3.5.

  2. El porqué: Es muy importante lograrlo porque elevará mi calidad de vida, al gozar de una mejor salud y una más alta autoestima.

  3. El cuándo: En 6 meses (30 de junio) o antes y mantenerla por los siguientes 6 meses, al menos.

Los primeros tres puntos son los que menos problema te darán, de seguro. De hecho, es muy probable que ya los hayas clarificado en más de una ocasión; especialmente, a inicio de cada año. Sin embargo, el cuarto y último punto es, sin duda, el más complicado de comprender y desarrollar, por lo que me concentraré en los siguientes párrafos en éste.

Un sistema es un conjunto de elementos relacionados entre sí, que funcionan como un todo, que cumplen una función. ¿Ejemplos? En nuestro cuerpo, el sistema digestivo; en economía, el sistema bancario; en computación, el sistema operativo.

Un sistema creado ex profeso para satisfacer un fin debería:

  • Tener establecido su propósito (salida deseada o set point)

  • Tener identificadas las entradas al sistema (insumos para que el sistema pueda operar)

  • Tener claro el proceso: un conjunto de actividades que transformarán las entradas en salidas

  • Contar con mecanismos de medición: Una forma de detectar o evaluar el estado del sistema

  • Contar con mecanismos de retroalimentación: La forma de obtener información sobre el resultado obtenido para poder comparar éste contra el set point y así ejercer la acción de ajuste respectiva.

Entonces, siguiendo nuestro ejemplo para crear el sistema que nos convierta en unos profesionales, deberíamos considerar:

  1. Propósito del sistema: Ya se clarificó anteriormente el qué, el cuándo y el porqué.

  2. Entradas al sistema: un programa de ejercitación diaria y un régimen alimenticio adecuado.

  3. Proceso: 1) Rutinas de ejercitación diaria, un sitio, un horario y equipo para ejercitarse; También, estar inscrito en un grupo que se ejercita todas las mañanas en el parque cercano a la casa y 2) Seguimiento al régimen alimenticio prescrito, supervisado por un profesional, uniéndose a un grupo de Quita-Kilos.

  4. Medición: Llevar registro de días a la semana y de minutos al día de ejercitación, calorías consumidas en el ejercicio, calorías ingeridas y % de cumplimiento semanal del programa de Quita-Kilos, registradas en un diario o app del smartphone.

  5. Retroalimentación: Revisión diaria y semanal del cumplimiento en un diario o aplicación en el smartphone.

Es importante notar que el Sistema es el verdadero responsable del resultado. Si bien, es fundamental arrancar con metas claras y fechas límite, esto no sólo es insuficiente para alcanzar el resultado buscado, puede ser frustrante si no se cuenta con el método, el equipo, los recursos, el timing, las mediciones y la retroalimentación necesarios para alcanzarlo.

No olvidemos que el ser humano vive apegado a lo que disfruta más fácilmente. Me refiero a la recompensa inmediata. Esto es: la TV, navegar por Internet, la botana empaquetada, el smartphone.. Así que si deseas tener éxito en tu objetivo, es muy importante observar los siguientes cuatro puntos:

  • Hazlo obvio. Crear un nuevo hábito es más sencillo si éste lo montas sobre uno que ya existe. ¿Te lavas los dientes por la mañanas? Entonces, pon junto a tu cepillo las vitaminas que debes tomarte diariamente. ¿Pones el radio de tu carro cuando vas rumbo a tu trabajo? Sustitúyelo escuchando el audio libro que te dará el conocimiento que te hace falta.

  • Hazlo fácil. Prepara el lugar y despeja el horario para la actividad que planeas emprender. Duerme con tu camiseta y short de hacer ejercicio y pon tus tenis junto a la cama. Al despertar no tendrás que hacer mayor esfuerzo para salir a trotar.

  • Hazlo ya. Cinco minutos es todo lo que requiere tu cerebro para vencer la resistencia, afirma David Allen, autor del Bestseller "Getting things Done". Así que sólo comienza. Vence la inercia y lo demás lo hará ella misma por ti.

  • Recompénsate. No lo olvides: Eres un profesional... ¿Cuál será tu paga?

Convertirnos en profesionales es una decisión. El éxito, de hecho, es una decisión consciente. Entonces, tomemos la decisión de una vez por todas ¿Estás listo o prefieres pensarlo?

 
 
 

Comentarios


bottom of page